JUEGOS DE AZAR 

DEFINICIÓN (¿QUÉ SON?)

Los juegos de azar se diferencian del resto de juegos en el número de factores que pueden incidir en el resultado. En los juegos sin azar, el resultado depende de la habilidad del jugador, pero en los juegos de azar, el resultado depende además de la suerte.

En casos extremos, como el bingo, el azar es puro y por lo tanto la habilidad se limita a tapar los números y cantar los resultados, mientras que en otros casos es posible hacer una cierta estrategia calculando probabilidades (como en el póquer).

Muchos juegos de azar son, a su vez, juegos de apuestas. Es por este factor que no siempre han sido vistos con bueno ojos. De hecho, existen tributaciones especiales para los juegos de apuestas, en parte para compensar las consecuencias negativas como posibles ludopatías.
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EJEMPLOS

Ejemplo 1: Póquer. Es un juego de cartas (o de naipes). El Póquer es un juego de apuestas, con muchas modalidades distintas (Póquer tapado, Texas hold’em, Omaha, etc.). En la película El Golpe, Paul Newman se hace pasar por borracho durante una partida de póquer en una memorable escena en la que acaba desplumando a un gánster.

Ejemplo 2: Cara o cruz. Quizá uno de los juegos de azar más simples que existen. Se tira una moneda al aire y gana quien acierte qué costado queda boca arriba cuando esta cae: la cara o la cruz.

Ejemplo 3: Máquina Tragaperras. Las máquinas tragaperras, o tragamonedas, se pueden encontrar en los establecimientos de restauración (bares y restaurantes) y en casinos y locales de juego. Podrían considerarse que no son estrictamente de azar, porque según las legislaciones de los países, están programadas para retornar un porcentaje de lo que se ha jugado en total. En España el porcentaje de devolución en forma de premios es del 70%.

Más ejemplos: Bingo, quinielas, ruleta, ruleta rusa, dados, lotería, carreras de caballos, piedra papel o tijera, blackjack, tute.