10 EJEMPLOS DE ARTE MENOR
DEFINICIÓN (¿QUÉ ES?)
En poesía los versos, esto es, sus líneas, se clasifican en versos de arte mayor o de arte menor en función de la cantidad de sílabas que los componen. En concreto, si el verso tiene más de ocho sílabas se considera que es de arte mayor, y en caso contrario (ocho sílabas o menos), de arte menor. Cabe decir que a la hora de contar las sílabas hay que sumar una en caso de que el verso acabe en palabra tónica, y si finaliza en palabra esdrújula en cambio, se le resta una.
Algunos versos típicos del arte menor son los pentasílabos (5 sílabas), los heptasílabos (7 sílabas) o los octosílabos (8 sílabas).
En poesía los versos, esto es, sus líneas, se clasifican en versos de arte mayor o de arte menor en función de la cantidad de sílabas que los componen. En concreto, si el verso tiene más de ocho sílabas se considera que es de arte mayor, y en caso contrario (ocho sílabas o menos), de arte menor. Cabe decir que a la hora de contar las sílabas hay que sumar una en caso de que el verso acabe en palabra tónica, y si finaliza en palabra esdrújula en cambio, se le resta una.
Algunos versos típicos del arte menor son los pentasílabos (5 sílabas), los heptasílabos (7 sílabas) o los octosílabos (8 sílabas).
EJEMPLOS
Ejemplo 1:
Ve, discreto mensajero,
delante aquella figura
valerosa
por quien peno, por quien muero,
flor de toda hermosura
tan preciosa,
y mira cuando llegares
a su esmerada presencia
que resplandece,
doquiera que la hallares
tú le hagas reverencia
cual merece.
Autor: Jorge Manrique
Ejemplo 2:
En una llaga mortal,
desigual,
que está en el siniestro lado,
conoceréis luego cuál
es el leal
servidor y enamorado;
por cuanto vos la hicisteis
a mí después de vencido
en la vencida
que vos, señora, vencisteis
cuando yo quedé perdido
y vos querida.
Autor: Jorge Manrique
Ejemplo 3:
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites.
Autor del poema: Mario Benedetti
Ejemplo 4:
Pobre verso condenado
a mirar tus labios rojos
y en la lumbre de tus ojos
quererse siempre abrasar.
Colibrí del que se aleja
el mirto que lo provoca
y ve de cerca tu boca
y no la puede besar.
Autor: Manuel Gutiérrez Nájera
Ejemplo 5:
El chamariz en el chopo.
-¿Y qué más?
El chopo en el cielo azul.
- ¿Y qué más?
El cielo azul en el agua.
- ¿Y qué más?
El agua en la hojita nueva.
- ¿Y qué más?
La hojita nueva en la rosa.
- ¿Y qué más?
La rosa en mi corazón.
- ¿Y qué más?
¡Mi corazón en el tuyo!
Autor del poema: Juan Ramón Jiménez
Ejemplo 6:
Las redes sobre el arena,
y la barquilla, ligada
a una roca que las ondas
convierten de piedra en agua,
el pobre Alcïón se queja
por ver a la hermosa Glauca,
fuego de los pescadores
y gloria de aquella playa.
Autor del poema: Luis de Góngora
Ejemplo 7:
Tenía una guitarra
cansada, ya sin cuerdas.
Decía sus canciones
con la ronca madera.
Yo le pedía flores
azules que me diera.
Ella, resquebrajado
su sueño de madera,
con lágrimas mojaba
mis manos ¡tan pequeñas!
Alrededor volaban
palomas de madera.
Autor: Antonio García Teijeiro
Ejemplo 8:
Vivir como una isla,
lleno por todas partes
de ti, que me rodeas
ya presente o distante
con un temblor de luz
primera, sin pulir,
sin arista de tarde,
ni sombra de jardín.
Y ángeles en espejos
guardando tu mirada
para hacerse verdades
y noches estrelladas.
Autor del poema: Jorge Rojas
Ejemplo 9:
Mi vida, no; las vidas,
mis generaciones,
mis estrellas todas,
las futuras memorias
donde estemos,
mi sangre con deleite
y un blanco olvido
de ceguera y de beso.
Autor del poema: Manuel Altolaguirre
Ejemplo 10:
¿Dónde vais, Zagala,
Sola en el monte?
Mas quien lleva el sol
no teme la noche.
¿Dónde vais, María,
Divina Esposa,
Madre gloriosa
De quien os cría?
¿Qué haréis si el día
Se va al ocaso,
Y en el monte acaso
La noche os coge?
Mas quien lleva el sol
no teme la noche.
El ver las estrellas
Me cause enojos,
Pero vuestros ojos
Más lucen que ellas;
Ya sale con ellas
La noche oscura,
A vuestra hermosura
La luz se esconde;
Mas quien lleva el sol
no teme la noche.
Autor del poema: Lope de Vega
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